Estructuras Narrativas

sábado, 29 de septiembre de 2007

Tiempos de Narración

Allí estaba Ina, tan callada como siempre, con su pelo largo y su piel tan blanca como lo recuerdo. Acostumbraba a sentarse en ese sofá viejo y sucio. Por supuesto, siempre estaba sucio pues cada vez que Ina se sentaba allí, tomaba un paquete grande de esas chucherías que venden en los grandes supermercados y no le daba importancia a las migajas que caían sobre su cuerpo. Pero cuando le empezaban a fastidiar simplemente se sacudía y los dejaba sobre él sofá. El único momento en el que se lavaba las manos, era cuando cogía una hoja de papel blanca y un lápiz 2B y dibujaba alguna nueva víctima y su victimario.

Allí está Ina, tan callada como siempre, con su pelo largo y esa piel tan blanca que me gusta recordar. Sentada sobre ese sofá viejo y sucio. Siempre esta sucio, pues cada vez que Ina se sienta a ver sus producciones, toma un paquete grande de esas chucherías que venden en los grandes supermercados y no le importa que caigan migajas sobre su cuerpo. Cuando queda invadida de pedazos de comida, simplemente se sacude y deja que caigan sobre el sofá. Poco le importa la suciedad, sólo, cuando toma una hoja de papel blanca y su lápiz 2B, lava sus manos y comienza a dibujar alguna nueva víctima y su victimario.

Ina pronto se sentará en ese sofá, ese mueble sucio y feo. Se pondrá a ver alguna de sus producciones mientras se come uno de esos grandes paquetes de chucherías que venden en los grandes supermercados. Dejará que las migajas caigan sobre su cuerpo, y cuando esté completamente invadida y no lo soporte más, se sacudirá dejándolas sobre el sofá. Mirará sus manos y no las lavará, pues no le importará hasta que tenga una hoja de papel blanca y su lápiz 2B, para empezar a dibujar alguna nueva víctima y su victimario.

martes, 25 de septiembre de 2007

Sinopsis

Ina, una niña de 11 años, hija de un italiano facho y una alemana, presencia la ejecución de su madre por defender los derechos de los oprimidos en la II Guerra Mundial. Su Padre decide viajar a EE.UU para alejarla de tanta violencia, 9 años después se suicida. Ina hereda una casa muy grande y vieja, y opta por armar un estudio de animación (INMASHE) como protesta de la violencia. Adapta el cuarto más grande de la casa, en el que no se musita el mas mínimo murmullo.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Tipos de Narradores

Extradiegético:

Ina se levanta de su cama, una cama doble, de sabanas blancas con pequeños huecos fabricados por las insolentes polillas que habitan en aquella casa vieja. Ina camina hacia el único cuarto donde habita una paz infinita, el lugar donde puede ver una y otra vez sus producciones audiovisuales, sin el más mínimo ruido. Ese cuarto grande, con un sofá manchado por los restos de comidas, una mesa de dibujo enorme con un asiento forrado por los colores de la bandera de Alemania y la gran pared blanca donde se proyectan los dibujos animados que Ina adopta como su denuncia frente a las injusticias de la vida.

Intradiegético

Me desperté algo inquieta esta mañana, no se por qué no puedo evitar escuchar las escandalosas armas, los disparos, bombas y helicópteros que hace tanto tiempo no veo. Ni siquiera me da lastima ver que las sabanas de mi cama cada vez se deterioran más en la boca de alguna polilla. Me levanto y como siempre el primer lugar que deseo ver, es el cuarto más grande de esta casa. El que destiné como lugar de paz, el único al que nadie entra haciendo ruido, el único lugar protegido de la violencia. Mi gran cuarto, con un sofá un poco gastado, la mesa más hermosa de dibujo, el asiento que me recuerda a mi madre, pues tiene la bandera de su país. Me recuesto (de forma brusca) como siempre sobre el sofá, tomo el control y comienzo a ver algunas de mis animaciones. Esas donde he denunciado por algún tiempo las injusticias de la vida.

Omniciente personaje

A las 8:00am en punto llego a dibujar para Ina. Por lo general ella nunca está despierta a esa hora, pero se que los Europeos son puntuales y me gusta respetarle sus valores. Mientras trabajamos la escucho caminar, se despierta un poco inquieta y asumo que todavía la atormentan esos sonidos de guerra, porque prefiere encerrarse en el cuarto mas grande de la casa y alejarse de cualquier ruido. La puerta linda con el cuarto de dibujo, y pocas veces tenemos derecho a entrar. Es un cuarto grande, un sofá bastante descuidado y con sobras de comida, una mesa de dibujo, la más bonita diría yo, y un asiento con los colores de Alemania, que le recuerdan a su madre. Pero lo mejor del cuarto, es la gran pared blanca en la que podemos ver las animaciones e imaginarnos el sonido, porque imposible musitar alguna silaba, o promover algún murmullo.